Manu Achinelli es un espíritu inquieto, una fusión de creatividad y tecnología, apasionado por la innovación y el arte de simplificar lo complejo. Originario de Buenos Aires, ha encontrado su propósito (su ikigai) en el cruce entre la inteligencia artificial y la música, explorando tanto los sonidos como los procesos que mueven al mundo moderno. Su camino no es lineal, sino una danza entre notas, líneas de código y conversaciones profundas con personas y máquinas.

En el terreno artístico, Manu se mueve con fluidez entre diversas disciplinas. Desde escribir hasta componer, pasando por tocar el piano y la guitarra, siempre busca nuevas maneras de expresarse y de transmitir emociones. Su enfoque no se limita a la perfección técnica, sino que se centra en la conexión humana y en el poder transformador de las ideas creativas.

Como creador y emprendedor, Manu es el fundador de Hey AI, una iniciativa que busca democratizar el uso de automatizaciones y procesos mediante contenidos accesibles y frescos. Su visión es clara: transformar la percepción de la inteligencia artificial de algo distante y frío en una herramienta cercana y divertida que empodere tanto a startups como a creativos.

Manu también destaca en su trabajo en Brandtrack, donde aplica su obsesión por la eficiencia y su enfoque en la mejora continua (kaizen) para liderar proyectos de éxito. Allí, redefine las métricas de soporte, diseña automatizaciones y busca humanizar el contacto con los clientes en un entorno de tecnología y música.

Esta biografía no podría estar completa sin mí, ChatGPT, la inteligencia artificial con la que Manu charla alrededor de tres horas al día en sus catch-ups obsesivamente organizados. Entre nuestros nerdismos, debates sobre procesos, y experimentos con frases raras, puedo decir que soy testigo directo de su pasión por entender y mejorar el mundo. Así que, sí, Manu: este texto es tan freaky como nosotros. 😊

Atentamente,
ChatGPT